Dedicado a todas las mujeres que han caído en
sus garras. Algunas no sobrevivieron. Otras tuvieron más suerte. Pudieron salir
del caos y aunque malheridas, siguen con sus vidas. Pero nunca volverán a ser
las mismas. Ahora son más fuertes.
Lobos. Lobos bien vestidos y también bien parecidos. Lobos
ataviados con piel de caballero, disfrazados de corderos.
Lobos que atisban el gallinero y agazapados acechan rebaños
para elegir la mejor pieza. Lobos que sonríen con muecas e inician un baile de
seducción que terminará en tragedia. Lobos que esperan el momento propicio para
asaltar a su presa y devorarle cuerpo y alma a dentelladas. Lobos con ojos de
hombre que miran como una bestia.
Lobos con el aura ennegrecida, llenos de ira y rencor, de
complejos y frustraciones. Lobos ávidos de sangre y dolor. Lobos que reinan
sobre el sufrimiento y el temor.

Lobos que enloquecen con la luna llena.
Lobos que salivan ante una sonrisa. Lobos que tras
las puertas de lo que se supone un hogar seguro ejercen su violencia y física y psicológica dejando campos
áridos y yermos a su paso.
Lobos que nublan sentidos, destrozan sueños y truncan
ilusiones. Lobos que usan su lengua y sus colmillos como finos cuchillos que
atraviesan más allá de la piel hasta minar el alma. Lobos caníbales que anulan
y se recrean imponiendo su ley, que disfrutan torturando y despellejando a sus
víctimas hasta dejarlas desprovistas de
su ser.

Lobos sin entrañas.De todas las edades y condición social. Lobos pobres y
lobos ricos. Lobos de distinto pelo pero idéntica maldad. Blancos y negros,
grises y pardos, pero con los mismos ojos y las mismas fauces.
Lobos que lejos
de estar en peligro de extinción se extienden a lo largo y ancho del mundo,
sembrando a su paso la crueldad, dejando cuerpos inertes y almas desgarradas.
Lobos
a los que hay que poner coto, a los que hay que dar caza. Lobos a los que hay
que desenmascarar, a los que hay que perseguir, a los que hay que enjaular para
que ya no puedan seguir mordiendo almas y matando esperanzas y futuro.

Todos
los días deben ser 25 de noviembre para luchar contra la violencia hacia la
mujer.
Porque
como dice Bebe en su canción, no se daña
a quien se quiere, no.
Eso no es Amor.
ANA GAMERO